¿Qué ocurre si invertimos los modelos tradicionales de enseñanza?

Uno de los derechos del que los alumnos disfrutan es el de participar en clase. Los centros establecen las normas para que puedan ejercer este derecho con total libertad, no obstante, hay muchas formas de expresarse, ¡y algunas de ellas muy innovadoras!

¿Invertimos la clase?

No puedo evitar hacer referencia a una de las clases más creativas y dinámicas de la que he formado parte, en una asignatura impartida en la Escuela de Ingenierías Industriales. En ella, se seguía la iniciativa "Flipped Classroom" o clase inversa, un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procedimientos de aprendizaje fuera del aula y emplea el tiempo de la clase para que los estudiantes participen y realicen preguntas diversas y actividades que potencien la exploración, la aplicación de ideas y el aprendizaje activo, inviertiendo los modelos tradicionales de enseñanza.

El objetivo de esta metodología es mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, realizando fuera del aula actividades de aprendizaje sencillas como observar, mejorizar o resumir, y en el aula actividades más complejas como razonar, examinar o argumentar, que requieren la interacción entre compañeros y la ayuda del docente como guía.

¿Cuál es la diferencia de esta propuesta educativa respecto a los métodos tradicionales?

En los modelos tradicionales de enseñanza, el alumno se convierte en un receptor de la información que luego ha de gestionar en su casa, donde debe realizar actividades marcadas por el profesor y que a veces no consiguen comprender.

Sin embargo, con el método de clase invertida el alumno, primero, construye su conocimiento mediante la búsqueda y síntesis de información, y pone en práctica lo aprendido en el aula mediante proyectos y trabajos colaborativos. Además, esta iniciativa consigue adaptar las necesidades educativas de los alumnos, en la que no dependen del ritmo de aprendizaje de sus compañeros y pueden revisar los contenidos y ejercicios cuando lo deseen.

En conclusión, considero que la inversión de la clase funciona gracias a que los docentes se convierten en guías y orientadores en el aula, fomentando la búsqueda, el interés y la colaboración activa de los estudiantes para resolver las actividades que se plantean de forma práctica y dinámica.